lunes, 1 de agosto de 2016

Coexistir


Vivimos en un mundo de rosas y de espinas.
Las rosas sonríen, las espinas lloran.
Las rosas pueden alegrar hasta el día más lluvioso,
las espinas terminar de apagarlo. Sin embargo
ambas conviven en la misma flor, como las personas, que ríen y
lloran, alegran y apagan.