
También los concursos escolares en los que a menudo encabezaba la lista por ser la mayor consumidora de libros de toda la clase.
Escribir, llegó más tarde. Tal vez en durante un intercambio de cartas o notas que empiezas como forma de juego durante las clases en el instituto, o bajo las sábanas en una tarde lluviosa en la que no te apetece mover ni un solo dedo[del pie].
Desde entonces ha pasado mucho tiempo, tiempo que me ha servido para replantearme muchas cosas, y lo que siempre he tenido claro es que las palabras y la sinceridad nunca dejaron de acompañarme. Por eso tal vez estoy aquí, escribiendo y leyendo,
más que nunca.
más que nunca.